Folclor Colombiano

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Región de la Costa Caribe                     































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Supervivencias españolas en el folclor musical colombiano

En su proceso de colonización y difusión cultural los españoles transmitieron sus cantos, danzas, aires musicales e instrumentos en todas sus coloniasde ultramar. En las tertulias y fiestas de la aristocracia colonial en las veladas de las huestes conquistadoras, en las fiestas de diversión popular, en las haciendas y en las nacientes urbes coloniales, se conocieron los aires españoles. Una música con mezcla de alegría flamenca y andaluza, con la melancolía y cadencia castellanas y el misterio sonoro de la arábiga.

En la época de los reyes católicos perduraban aún las canciones populares del medioevo: romances, canciones dramáticas, canciones de danza,pastorela, canciones de alba, canciones piadosas, villancicos, etc.

En el siglo XVI se caracterizó la canción acompañada en la vihuela y en la guitarra. En el siglo XVII fue popular la danza del ballo (aparece como supervivencia en el baile del tres del altiplano cundiboyasense). En el Chocó aparece como supervivencia la jota, donde se ejecuta con flauta, conunos, bombo y guasá. A principios del siglo XIX se habla del bambuco como baile criollo nacional.

Instrumentos musicales: los españoles introdujeron la guitarra la bandola, el requinto, el tiple y demás variantes instrumentales de cuerda. También introdujeron la chirimía, especie tosca de oboe. En la época colonial y el siglo XIX las chirimías acompañaron las procesiones y coros de los templos. Los chirimeros eran a manera de heraldos que encabezaban los cortejos procesionales en las ceremonias religiosas y fiestas pueblerinas. Supervivencias de las chirimías se encuentran en Chocó especialmente en las procesiones y desfiles, así mismo en las plazas o en los cruces de las calles haciendo despertar espontáneamente el baile popular. La revolución musical que trajo los instrumentos de viento y caña en los siglos XVIII y XIX, cambio casi por completo las formas de música popular de los pueblos, los cuales fueron cambiando las chirimías y conjuntos por pequeñas bandas de música. En Colombia se da este movimiento a finales del siglo XIX y principios del XX, entre las más famosas bandas fueron conocidas las de Guatavita, Tunja, Girardot, Espinal , Aguadas, Sonsón, Medellín, Manizales y otras.

Supervivencias indígenas en el folclor musical colombiano

La cultura más desarrollada fue la chibcha o muisca del altiplano cundiboyacense. La mayor parte de esta música aborigen desapareció como consecuencia de la destrucción de los valores indígenas en la conquista española. La música aborigen colombiana y en general de la mayor parte de los indígenas americanos posee un carácter mágico-religioso ligado a danzas ceremoniales.

En la Guajira encontramos la danza de la cabrita y de la chicha maya, en el Caquetá esta la danza del pono y en el Guainía los bailes de máscaras.

Instrumentos musicales

La maraca: instrumento y símbolo mágico en todas las ceremonias, cuyo poder se encuentra principalmente en las manos del chamán.

Entre los aerófonos: trompetas, ocarinas y flautas. Los taironas hacían flautas con huesos humanos.

Tambores, atabales, cajas: Los liles del valle del cauca utilizaron piel humana como membrana para sus tambores. Como supervivencia en la elaboración de tambores aborígenes encontramos algunos de las tribus indígenas del alto Chocó, la mayoría hechos en cuero de mico.

La música une a los indígenas con el sol y la luna y demás divinidades, en sus esperanzas de triunfo guerrero y consuelo de la muerte. El estilo lento y melancólico y danzas chibchas parece que se reflejó en los aires folclóricos del altiplano andino y en especial en las guabinas, torbellinos y bambucos cundiboyacenses.

Las supervivencias africanas en el folclor musical colombiano

El negro africano apareció en la etnia y cultura colombiana a partir de la segunda mitad del siglo XVI. Procedentes de Sudán Occidental, Costa de Guinea y el Congo, los negros africanos portadores de las culturas Yoruba y Bantú, las más generalizadas en el Nuevo Reino de Granada, poblaron las costas Atlántica y Pacífica, el Chocó, los valles del Cauca, Magdalena, Patía y sus afluentes, las zonas aledañas a las minas de Antioquia, gobernación de Popayán y otras áreas de explotación minera y agrícola.

Su presencia en estas regiones influyó en la conformación étnica de la población, costumbres, magia, religión música y folclor en general.

Algunas culturas africanas se conservaron en estado puro, transmitiendo supervivencias africanas a los pueblos contemporáneos; otras se mezclaron con los indígenas y españoles, conformando nuevos elementos aculturados como se observa en el Alto y Bajo Chocó. En otros casos hubo resistencia a la imposición socio cultural española, es cuando surgen los denominados palenques, con ancestrales supervivencias negras africanas.

La música negra es el elemento tradicional de ésta cultura que mas se conservó a través del tiempo. Su carácter mágico-religioso facilitó su ajuste al nuevo entorno natural al cual fue sometido.

Su mayor aporte al folclor colombiano, sin duda es el ritmo y la polirrítmia, señalados hasta en el mismo gesto que hace el tamborero antes de dar un golpe en el parche.

Los cantos negros se caracterizan por cierto juego de intervalos típicos, en los cuales a veces la melodía toma un giro hacia el agudo como esfuerzo inicial, y pasa al sonido grave, como reposo; en la misma forma se caracterizan por una forma modal escalística, con una sucesión regular en los sonidos.

El microtonalismo se hace presente en los giros ornamentales, como glisandos, repeticiones adornadas y otra gran variedad de ornamentos. Otras características en los cantos negros son entre otras: la forma diversa de expresar los gritos, a veces agudos y prolongados, con numerosas ondulaciones en la melodía, la forma de manifestar las cadencias y movimientos frenéticos, donde parece manifestarse el frenesí de la selva.

Argeliers León en su estudio sobre " la música popular de origen africano en América Latina", considera que generalmente los cantos negros se presentan tanto para la colectivización, como para individualización, pues es un solista quien lleva inicialmente la melodía y es un coro monofónico o polifónico, el que hace las respuestas correspondientes.

La danza es otro aspecto relevante de ascendencia africana, ésta se manifiesta como factor social donde la gente expresa sus sentimientos y exhibe su habilidad ante el grupo.

Instrumentos musicales

El tambor ocupa un lugar especial, ya que se conoció en estos territorios con un carácter esencialmente ritual. Los más importantes y reconocidos son:

El conuno: registrado en el Chocó

El Lumbalú: del palenque de San Basilio

La Tambora: de Tamalameque

También encontramos el sonajero de índole mágico-religiosa, y la marimba la cual es una variación de la existente en el Congo y el Níger.

La música negra africana ha aportado numerosas supervivencias en el folclor de los litorales Atlántico y Pacífico de Colombia, siendo la más influyente en las fiestas y carnavales de la sociedad colombiana contemporánea.



          

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